Estoy realmente abrumado por la marea de solidaridad que la mortadela con aceitunas de La Piara y yo hemos recibido en las últimas horas. Compañeros de oficina que me confiensan en voz baja: "Yo fui charcutero". Amigos que me dan palmadas en el hombro. Gentes anónimas que me paran por la calle y me espetan: "Cerdo de los huevos, ¿cómo te podías comer esa basura?"...
Pero da que pensar. Llevo unos días nostálgico recordando sabores perdidos. Y casi como una señal del más allá me tropiezo con el mausoleo de los helados.
Saboreadlo.
Pero da que pensar. Llevo unos días nostálgico recordando sabores perdidos. Y casi como una señal del más allá me tropiezo con el mausoleo de los helados.
Saboreadlo.
(Vía Pixfans)
3 comentarios:
Para mím mis helados de la infancia son el flash y el polo de limón, aunque no podemos olvidarnos del "corte" del sabor que fuera, en mi caso, nata. Me acaba de venir a la mente esa imagen del señor del bar o la tienda de turno, sacando aquel cuchillo largo, largo, coger la galleta ponerla en un extremo de la barra de helado, cortar e inmediatemente poner la otra galleta/barquillo. De ahí, a la boca
Yo fui y soy fan del Colajet.
Por cierto, en Andalucía aún los venden y mientras mi familia hace cola en las heladerías de helados artesanos/ elaboración propia (que debe haber como quince en Motril), yo voy al kioskito y me dejo un eurito en mi heladete.
Me encanta la mezcla de limón con chocolate.
Y en los helados de corte, vainilla y chocolate. Nata no.
HAY HELADOS DE CORTE
-Nata.
-Nata y fresa.
-Vainilla y chocolate.
-Tres sabores.
¿Por qué no había sólo de vainilla, sòlo de fresa o sólo de chocolate?
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