Todo bien

Todo ha salido bien.
Comienza la cuenta atrás para salir de este infierno.
Aunque tengas 30 centímetros menos, sigues siendo el pilar que sostiene mi vida.
Y lo sabes.

Radiografía de aquí


(Aquí todo está desenfocado)


* Aquí todo parece absurdo.
* Aquí todo el mundo me cae mal.
* Aquí las horas no pasan; llegan, te dan dos patadas y se quedan descargando su peso sobre tu espalda.
* Aquí está lleno de señoras bajitas, con anchas espaldas, que escogerían cualquier tortura china antes de cederte el paso en una puerta.
* Aquí se consumen todas las manzanas del mundo; eso sí, asadas.
* Aquí te la suda que llueva.
* Aquí se duerme cuesta abajo.
* Aquí hasta Gayoso es de 'pay per view'.
* Aquí hay wi-fi.
* Aquí los domingos se jode la máquina de café.
* Aquí nadie se rie.
* Aquí las conversaciones comienzan con preguntas tan ridículas como:

- "¿Soy yo, o está temblando el suelo?".
- "¿A dónde me lleva la línea azul que hay pintada en el suelo?".
- "Perdone la molestia, ¿ya han comenzado las Olimpiadas?".

* Aquí fumar es la única excusa para respirar aire fresco.
* Aquí seguimos.

No quisiera yo morirme sin tener...



Se me acumulan las ideas, el cansancio y el plomo debajo del pelo. Podría acabar de contaros el alucinante viaje a la Expo de cartón piedra. Podría rajar contra el Canalejo (o como mierda se llame ahora) hasta quedarme sin saliva. Podría divagar sobre la crisis, el Deportivo, el calor o el zorro que nos ha dejado sin huevos esta noche.

Pero paso. Hoy mismo empiezan las vacaciones y Titajú me ha recordado que tengo algo pendiente.


El nombre de este blog y los versos que lo presentan no son míos. Son de Chico Novarro y formán parte del bolero al que le copié el título.

Os propongo algo. Daos una panzada de versiones de este bolerazo y me contáis cuál os gusta más. Yo he puesto el vídeo de Vicentico, pero no quiere decir nada. O sí.

Se lo dedico especialmente a Titajú por darme un 10 que, obviamente, no me merezco; y por haberme perdonado por confundir a Vivien Leigh con Olivia de Haviland.

Como soy así de gilipollas, yo me voy de vacaciones, pero el blog no. Ya veréis como al final actualizo más, aunque sólo sea por matar el gusanillo.

Dos aclaraciones: Que el zorro me haya dejado sin huevos y que me proponga matar el gusanillo son dos expresiones que nada tienen que ver con mi modesto equipamiento genital. Lo primero es literal: esta noche un 'raposo' se ha cenado entero el gallinero familiar. Lo segundo es una frase hecha. ¡Coño, ya! ¡Qué siempre estamos pensando en lo mismo!

Currículum

Por casualidad han caído en mis manos varias revistas atrasadas. Entre ellas, el 'Interviú' del pasado 15 de junio, con una cara en portada que me sonaba.

Rascando un poco he sacado parte del currículum de María Ángeles Mas, que así se llama la rapaza.



Yo no digo nada.

Con dos cojones

(La foto es de Andy Pérez, que hace tiempo pasó a mejor vida)

Me vais a perdonar el título, pero como el blog es mío y me sale precisamente de ahí, pues eso.

Mar Barcón lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a demostrar que eso de 'echarle un par de huevos' no depende de lo que la Naturaleza te haya colocado entre las piernas. Ahora va y se inventa un barrio nuevo parido (nunca mejor dicho, y no me llameis machista) por mujeres. Habrá a quien le parezca un canto de sirena, un brindis al sol o un gesto populachero. A mí me entran ganas de empezar a usar sombrero para quitármelo en estas ocasiones.

Personalmente creo que el asunto de la igualdad estará superado cuando este tipo de cosas no sean noticia. Ni siquiera me gusta el palabro. ¿Igualdad? No, por favor. Yo quiero que las mujeres sigan siendo diferentes, en especial lo más diferentes posible al tipo del espejo. Prefiero equilibrio. Pero es mi opinión y no vamos a discutir.

Mar tiene agallas (digámoslo así). Hay muchas 'barconadas' con las que discrepo. Sin ir más lejos, esa de que los coruñeses nos acostumbraremos a no llamarle Canalejo al Canalejo igual que nos acostumbramos al euro. Mmmmmmm... Los de nuestra generación, no creo. Pero como decía Caneda, eso es 'pataca minuta'. Eirís de Abaixo ya es un símbolo. Mientras no se les ocurra empezar a distinguir entre barrios y barrias...

(Qué sí, que ya sé que os debo una explicación sobre la escapada a Zaragoza. Y esa explicación que os debo, os la voy a pagar. Pero más adelante, que me está costando un huevo llegar a la meta de las vacaciones).

Lo mejor de la Expo, Galicia

Como diría mi abuelo, los gallegos te somos así.

Te levantas a las seis de la mañana. Conquistas Lavacolla tras la ruleta rusa de la niebla de Ordes. Consumes dos horas de tu vida en lo más parecido a un Yakovlev 42 en lo que he volado en mi vida. Te asfixias de calor. Llegas a la Expo. Están los Príncipes. Te cachean hasta la rabadilla... Y lo primero que haces es irte de cabeza al pabellón de Galicia.


Y me ha sorprendido. En otras citas parecidas, tipo Fitur y estas cosas, el rincón gallego suele ser tirando a cutre, montado para que cuatro vips se pongan morados de albariño y bastante triste.


Pero esta vez alguien ha acertado. Sin demasiado gasto, o eso parece, han montado un chiringuito en el que la gente encuentra lo que más busca tras patearse todo el recinto. Un poco de paz.

Sillones para despanzurrarse, música chill, y un pantallón que lo flipas con imágenes de la 'terriña'. Dicen que está hecha con cubitos de agua de fuentes, manantiales y ríos de toda Galicia.

De la Expo ya os contaré más. Aunque hay que verla.

Cosas de Camelle

(Lo de la foto es parte de la obra de Manfred. Parte de lo que queda).

Como ya os dije, este finde he estado en Camelle.

Camelle es un rincón aparte del mundo. No digo yo que allí no preocupe Ingrid Betancourt, o la crisis que oficialmente no es crisis, pero en Camelle se habla de dos cosas: la ampliación del dique y la piscifactoría.


No es la mejor época para visitar Camelle. Desde el cementerio, que está en lo alto de la montaña, a kilómetro y medio del pueblo, hasta el último metro de paseo marítimo, está todo lleno de inmensos bloques de cemento preparados para que el espigón crezca.
Los viejos del lugar funden las tardes dirigiendo la obra. Todos coinciden en que el mar va a poner las cosas difíciles. "Cando veñan o luns non queda nada do que levan feito".

Pero hay previsiones aún más pesimistas. Casi sesi años después de que se muriera de pena, la casa de Man está absolutamente abandonada, rodeada de basura, y al capricho de los desaprensivos que se están llevando, piedra a piedra, el trabajo de toda una vida del anacoreta. Ahora no falta quien opina que el nuevo dique variará las corrientes, y el mar se acabará llevando todo el museo.

Lo de la piscifactoría tampoco es manco. Dicen que tendrá el tamaño de 32 campos de fútbol, pegada al mar. Se dedicará a la cría de rodaballo, pez cuya rima fácil les ha dado hecho el lema de la campaña de oposición. En el pueblo cuentan que hace poco hubo una boda. Los novios cometieron el error de incluir el rodaballo en su menú. 'Disque' sólo tres invitados acudieron al convite. No es fácil ser rodaballo en Camelle.

Y con todo, Camelle conserva su encanto. Su silencio sólo alterado por los cantos de los pájaros o el alboroto de los niños zambulléndose en la rampa. Allí la vida va a otro ritmo. Mucho más lento, lleno de sonrisas anónimas que anteceden a buenas gentes.

En Camelle no hay semáforos.

En un rincón de la bahía, varios marineros de día libre charlaban:
"¿Tú sabes cuál es el barco más grande del mundo? El de Valdeorras".

A Camelle siempre hay que volver.




La gente hace cosas muy raras



¿Qué dirá su hijo cuando le pregunten en el cole a qué se dedica su padre?
Lo mismo hasta mola. Habrá que probar.

Yo me piro de finde, que me lo he ganado.
Toca mariscada en Camelle. A la salud de Man.
A ver si me tropiezo con El Rubio.

Si alguien descubre la cámara oculta, que me avise.
¡Qué sí, coño! ¡Qué tiene que haber una cámara oculta en algún lado! ¡Qué esto no puede ser verdad! ¡Todos estos que me rodean son actores, lo sé!

(Foto tomada sobre la marcha. De todo se aprende en esta vida. Discúlpeme usted, señor agente)