Aquellos maravillosos años






Yo cogía el 10. Mi padre siempre me compraba galletas de nata en Casa Cabanela. Me moría de gusto cuando pillaba el asiento delantero del segundo piso. Jugaba a ser el conductor y era el rey del mundo.

Por cierto. En mi cole, los Salesianos, durante los primeros años el transporte escolar lo hacía la Compañía de Tranvías con dos viejos buses azules de asientos corridos. No sé por qué, pero recuerdo con mucho cariño a Cereijo, el conductor, y a Tomé, el 'revisor'.

¿Qué habrá sido de ellos?

Los vídeos están sacados de Troleros & Buseros, un magnífico blog
al que tendréis que ir para seber por qué el locutor habla en inglés...
y muchas cosas más.

2 comentarios:

PMM dijo...

Dioooos! Me has hecho volver a mi infancia. Ya casi no recordaba esos troles. En realidad del de los dos pisos ha quedado algo en mi mente de haberme subido de muy pequeñita en el que salía de Puerta Real. Pero al ver una vista interior de uno, ha sido como un fogonazo en la mente. Esos asientos de respaldo de madera con el asa metálica. Los cables delante de la ventana. Los chispazos. Me has hecho volver a mi casa de la avenida de Hércules, justo enfrente de la parada del autobús. Mi padre hoy seguro que disfruta cuando se lo enseñe.

Titajú dijo...

Como ya les comenté en su blog, yo no los conozco porque no soy coruñesa, pero tengo a medio barrio suspirando.
Me alegra saber que estás ahí, tanto tiempo desaparecido me hace pensar que estás ocupado y , francamente, eso me preocupa.
¿Tú no pertenecías, como yo, al club de los que nos escaqueamos siempre que podemos?