Yo nunca lo haría, pero...



José Tomás está empeñado en convertirse en leyenda. Yo también creo que busca una buena tarde para morir. Pero lo admiro. Admiro a la gente que está dispuesta a darlo todo por lo que le apasiona. A la gente que cree en algo. A la gente que calla. A los dueños de sus silencios. Y que conste que el tipo en cuestión no me cae bien. Y no por él. Por quienes le rodean. Esa suerte de señoritos, sabinas, delamorenas y demás nuevos gurús que lo han hecho suyo. Igual que José Tomás busca una buena tarde para morir, ellos preparan sus necrológicas para apuntarse otro tanto y seguir viviendo. Lo siento, José Tomás; yo te lo digo ahora porque ese día no voy a tener ganas. ¡Descanse en paz, maestro!
(La foto es de otro maestro: Paco Campos, Efe)

1 comentario:

Anónimo dijo...

La vida es un momento. Pero a José Tomás parece que se le hace larga.
Le llorarán los que ahora le vitorean, pero no lo habrán matado ellos.
Cada uno es dueño de su vida y unos pocos, valientes o temerarios, también de su muerte.