Ya estás aquí

Te estaba esperando. Sabía que llegarías, antes o después. Me sorprende, no lo niego, el camino que has tomado. La curiosidad proporciona extraños compañeros de viaje. Pero estás aquí y eres bienvenido. Ya ves que no hay nada del otro mundo. Una presentación que a lo peor te parece un poco cínica. Un par de comentarios al hilo de lo que pasa. Unas risas a cuenta de un personaje que se me parece... Y toda la libertad del mundo para decir o callar lo que consideres oportuno. Si me conoces sabes cómo soy. No me gusta complicarme la vida. Quiero a los míos y trato de ser justo con quienes me rodean. No es fácil. Seguro que me equivoco, y muy a menudo. Puedes venir cuando quieras. Esto está siempre abierto. Puedes comentar la jugada si eso te hace feliz. Puedes discrepar. Puedes cabrearte y pensar lo que quieras. Faltaría más. No diré que no tengo nada que ocultar, porque todos escondemos algo. Y ese algo tampoco lo encontrarás aquí. Es mío y me lo quedo. Siento defraudarte. Si me sigues verás que no pretendo nada. Nada más que aprovechar para vaciar lo que me sobra. Contar cosas que no encajan en otros sitios. Sacar mi vena hortera. Divagar sobre lo que pasa. Lo que me aburre y lo que me divierte. Darle uso a esas fotos que no valen para nada. Darle volumen a sonidos que encuentro por ahí. Y compartir...

Algo contigo.

Si me sigues te lo enseño. Si no, allá tú.

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