Persiguiendo a Bigfoot



El sábado, muy cerca de donde hace unos días murió atropellado el penúltimo oso pardo. De un día precioso me quedan unas cuantas imágenes, un lavado de coche pendiente y un trancazo del siete.

1 comentario:

Titajú dijo...

Frenadol, querido mío.
Aunque, sinceramente, prefiero estar moribunda a tener que tomarlo.
Y cuando laves el coche, avisa y te paso un Opel Astra que en teoría es blanco.