Ella nunca ha venido por aquí.
Ella pasa de los ordenadores.
Ella me mira y sonrie.
Ella siempre está ahí.
Por eso, esta noche, cuando llegue, voy a enganchar la guitarra y se la voy a cantar.
Y que me perdone Francis Cabrel, pero necesito cantársela
Ella pasa de los ordenadores.
Ella me mira y sonrie.
Ella siempre está ahí.
Por eso, esta noche, cuando llegue, voy a enganchar la guitarra y se la voy a cantar.
Y que me perdone Francis Cabrel, pero necesito cantársela
3 comentarios:
Como si nada, la quiero a morir...
¿Podemos cantarla a dúo?
Es que me encanta.
Pues harás muy bien. El mundo, la gente, las personas, necesitan, necesitamos un poco de romanticismo, eso sí, del bueno.
Sencillamente preciosa. La música, la letra y sobre todo que quieras cantársela a ella.
A ver si al final va a resultar que eres un romántico.
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