Tienes cuatro años

Tienes cuatro años y tu padre te baja una tarde al parque. Allí sólo hay personas. Mayores, y también como tú; de cuatro años, de cinco, de tres... Tú le dejas la bici al otro, él te presta su balón. Al rato compartes tu bolsa de patatas, tu zumo y su regaliz.
Tienes cuatro años y no te preocupa de donde vienen los demás. Ni adonde van. No temes que te roben las chuches. Tus ojos no han aprendido a recelar. Te arrimas a ellos en el columpio y tu sudor huele igual que su sudor. Tus zapatillas de marca corren lo mismo que sus bambas sin cordón.
Tienes cuatro años y la piel más clara. Tu acento es distinto y tu pelo más rubio. En tu casa pisas parqué, y él no. Y te irás sin saberlo. Sin siquiera preguntar.

Tienes cuatro años y no te sientes diferente.

Habrá un día en que todos cumpliremos, al fin, cuatro años.

O no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

moi boa analoxía. eu tamén estou intentando cumprilos. Graciñas e ánimo.