Nunca invitéis a un vago

Soy tan vago que me da pereza hasta admitirlo.

Hace dos días que me invitaron a algo y aún no he dado las gracias. Fue al pase bloguero de Dinosaurios 3D: Gigantes de la Patagonia. Una cortesía de los Museos Científicos, de cuyo personal no se pueden decir dos palabras sin que al menos una sea un elogio.

Soy tan vago que no voy a contar nada que ya se haya contado aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí...

Espectacular.

Sólo una cosa, que seguro que la gente de Enxebre Entertainment resolverá a no mucho tardar: el sistema te obliga a tener la cabeza tiesa. Quiero decir, con la mirada totalmente horizontal. Si inclinas un poco el melón para izquierda o derecha, el 3-D deja de funcionar.

Mientras no se pueda ver la peli con la cabeza sobre el hombro del vecino/a de al lado, esto no va a triunfar.

Por supuesto, es mi completamente inútil, infundada, estúpida y frívola opinión, que no va a ningún lado.

Id, ved y juzgad.

Una más: había tanto friki que salí convencido de que el friki era yo. "Tío, ¿cómo se te ocurre ir a una blogueirada de estas sin gafas de pasta, ni camiseta con mensaje sólo-para-muy-iniciados, ni cámara de fotos?". Y sin embargo, estaba a gusto. Tanto, que si no fuese porque mi versión 2.0 se caía de sueño, me hubiese quedado un rato más.

2 comentarios:

Titajú dijo...

Vale, ya me lo han contado todo. Y cuando digo todo, es todo, incluido lo de la chupitanga que yo no sabía que había porque si lo llego a saber, igual iba yo de blogger y él se queda de niñero.
Por cierto, hoy estuve allí y me encantó. Pero las gafas te quedan mejor a ti. :-)

Túzaro dijo...

Ya se me notan las arrugas